El sulfato de aluminio, una solución para la potabilización del agua

Sabemos que el agua es un recurso natural, y que una vez que se encuentra hay que potabilizarla antes de que pueda ser consumida, es por ello que la mayoría de las empresas que se encargan de este proceso utilizan diferentes métodos para obtener un agua potable que pueda ser distribuida para que de manera segur llegue a cada casa.

Una de las formas de hacer que el agua se potabilice es haciendo que ciertos sólidos que contiene el agua puedan precipitar y luego removerse por un proceso sencillo de filtrado gravado, pero para que precipiten esos sólidos se necesita de ayuda, y es ahí donde entra el sulfato de aluminio.

Un floculante que aclara el agua

El agua antes de ser tratada presenta ciertas características que impiden que puedan ser consumidas por el ser humano de forma segura, como es el caso de color y turbidez, que pueden ser ocasionados por diferentes sustancias como sólidos no disueltos, además de bacterias y virus que necesitan ser removidos para evitar infecciones importantes en las personas.

La acción del sulfato de aluminio en el agua viene a ser la de un floculante muy reactivo, es decir, un compuesto químico que reacciona con la suciedad y con todas esas partículas en suspensión, haciendo que dichas partículas aumenten de tamaño, precipiten y se puedan separar fácilmente mediante otros procesos, como filtración o separación de partículas de diferentes tamaños.

Este químico presenta ciertas ventajas que prefieren su uso a oros floculantes que puedan existir, entre ellas se puede comentar lo siguientes, un bajo costo, alta disponibilidad del producto y que se puede utilizar en casi cualquier tipo de agua.

Es un producto fácil de utilizar

La mayoría de las plantas de tratamiento de agua en el mundo entero utilizan sulfato de aluminio por las ventajas que presenta este producto, y es que como se dijo anteriormente es un producto muy reactivo, que hace que las partículas que se encargan de hacer que el agua tenga color y sea turbia puedan aumentar de tamaño y precipiten, por lo que mediante un proceso de sedimentación se pueden separar del agua que se va a distribuir.

Quizás unas de las desventajas es la generación de grandes cantidades de lodo en esas plantas de tratamiento, pero en general, es u proceso sencillo, solo hay que calcular la cantidad necesaria de sulfato de aluminio a utilizar y dejar que el proceso químico ocurra.

Debido a la facilidad del proceso, la mayoría de las plantas de tratamiento de agua se construyen pensando en la aplicación de este producto como coagulante, de manera que se construye un tanque de almacenamiento diseñado especialmente para este producto, así como mecanismos de dosificación efectivos.

Algunas desventajas

Como el sulfato de aluminio genera una gran cantidad de sólidos precipitados que se conoce como lodo, los cuales hay que limpiar constantemente en los tanques en que ocurre el proceso, también los residuos de aluminio en las aguas se han relacionado con enfermedades como el alzhéimer.